Con respecto al nivel educativo de la población femenina, es importante señalar que África entró en la vía de la así llamada educación formal solo recientemente y a raíz de la colonización. Antes existían sistemas de educación tradicional cuyos niveles y logros no se encuentran registrados en las estadísticas. La educación formal, impartida inicialmente por los misioneros fue considerada durante largo tiempo como un elemento cultural alienante, destinado a imponer el sistema de vida del hombre blanco. Sólo más tarde, con el cambio en las estructuras sociales tradicionales se reconoció una asociación entre educación y promoción social y se empezó a educar un miembro de la familia, siempre de sexo masculino, para que pudiese favorecer al grupo familiar desde su nuevo status. La niña sólo accedió al sistema educativo cuando la práctica de la escolaridad se generalizó superando barreras culturales y económicas […] Ello explica en parte la existencia de un 77% de analfabetismo femenino, contra un 51% de analfabetismo masculino.
A pesar de su entrada tardía en el sistema educativo formal, el ritmo de expansión del sistema educacional en África ha sobrepasado al de otras regiones, tendiendo a disminuir las diferencias existentes. El número de estudiantes de sexo femenino está aumentando en todos los niveles educativos, incluyendo la educación vocacional. Sin embargo la brecha entre estudiantes de ambos sexos se mantiene, acrecentándose a los niveles secundario y postsecundario.
En África el ingreso femenino a la educación primaria es de un 60% contra un 68%, masculino. A nivel secundario la proporción es de 11% para las mujeres y 21% para los hombres.
La deserción escolar femenina en los tramos superiores es muy alta en África debido al matrimonio temprano, embarazo, necesidad de ayudar o hacerse cargo de las tareas del hogar, desempeño de actividades remuneradas, trabajo agrícola de subsistencia, recolección de agua y leña, cuidado de los hermanos menores, etc.
Por lo general el sistema educativo no se adapta ni a las características ni a las necesidades de la región y menos aún a diferencias culturales intrarregionales. En lo que respecta a la mujer se suman a estos inconvenientes la temprana discriminación que se ejerce sobre ella, privándola y restringiéndola sólo a ciertos campos tales como economía doméstica, trabajo social, enfermería, enseñanza, etc.
A medida que los medios de subsistencia tradicionales se van haciendo escasos, la necesidad de educar a los niños de ambos sexos se va haciendo más imperiosa. Pese a estas tendencias hacia un mayor nivel educativo queda aún un largo camino que recorrer para reducir el analfabetismo femenino, particularmente en las áreas rurales y dar acceso a un mayor número de mujeres a la actividad profesional, educación de adultos y actividades de extensión orientadas hacia los diversos campos del desarrollo.
A pesar de su entrada tardía en el sistema educativo formal, el ritmo de expansión del sistema educacional en África ha sobrepasado al de otras regiones, tendiendo a disminuir las diferencias existentes. El número de estudiantes de sexo femenino está aumentando en todos los niveles educativos, incluyendo la educación vocacional. Sin embargo la brecha entre estudiantes de ambos sexos se mantiene, acrecentándose a los niveles secundario y postsecundario.
En África el ingreso femenino a la educación primaria es de un 60% contra un 68%, masculino. A nivel secundario la proporción es de 11% para las mujeres y 21% para los hombres.
La deserción escolar femenina en los tramos superiores es muy alta en África debido al matrimonio temprano, embarazo, necesidad de ayudar o hacerse cargo de las tareas del hogar, desempeño de actividades remuneradas, trabajo agrícola de subsistencia, recolección de agua y leña, cuidado de los hermanos menores, etc.
Por lo general el sistema educativo no se adapta ni a las características ni a las necesidades de la región y menos aún a diferencias culturales intrarregionales. En lo que respecta a la mujer se suman a estos inconvenientes la temprana discriminación que se ejerce sobre ella, privándola y restringiéndola sólo a ciertos campos tales como economía doméstica, trabajo social, enfermería, enseñanza, etc.
A medida que los medios de subsistencia tradicionales se van haciendo escasos, la necesidad de educar a los niños de ambos sexos se va haciendo más imperiosa. Pese a estas tendencias hacia un mayor nivel educativo queda aún un largo camino que recorrer para reducir el analfabetismo femenino, particularmente en las áreas rurales y dar acceso a un mayor número de mujeres a la actividad profesional, educación de adultos y actividades de extensión orientadas hacia los diversos campos del desarrollo.
Artículo completo en: www.eurosur.org/ai/africa94.htm
5 comentarios:
AMIGOOOOOOOOOOOOOOS
Mucho animo con el blog, a ver si conseguimos que mucha mas gente lo siga
Besos volvoretianos
me ayudo mucho este articulo
gracias
y uno que peude hacer los que pueden no lo hacen (presidentes)
nosotros que podemos no lo hacemos y ellos que no púeden mueren por hacerlo.
recapacitemos
sigamos estudiando no perdamos el tiempo nosotros contamos con la libertad de estudiar y mucho mas, es tiempo de ponernos a estudiar por que contamos con todo lo necesario hasta becas fuera y dentro del pais
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