Año de nieves, año de bienes. ¿Se presenta acaso 2009 más benigno de lo que todos parecen augurar, a juzgar por las nieves copiosas del final de otoño? Nada apunta a que sea así, desde luego, pero, como se ha demostrado con esta crisis, pocos están en condiciones de aventurar lo que pasará.
Sin embargo, sí sabemos con seguridad que hay regiones y países enteros donde no saben lo que es la nieve, ni el bienestar, ni tienen posibilidad alguna de salir del hoyo en el que se encuentran desde que nacieron.
Ocurre en África, en países muy poblados y pobres como India y Bangladesh; ocurre en China y en el Asia meridional y en algunos países latinoamericanos donde millones de personas -y niños- han de vivir con un euro al día.La cuestión es si las organizaciones internacionales como la ONU, la FAO y UNESCO hacen todo lo que pueden y deben para ayudar a los más pobres y, lo que es más importante, si los envíos que se hacen desde los países ricos llegan a sus destinatarios.
Sin embargo, sí sabemos con seguridad que hay regiones y países enteros donde no saben lo que es la nieve, ni el bienestar, ni tienen posibilidad alguna de salir del hoyo en el que se encuentran desde que nacieron.
Ocurre en África, en países muy poblados y pobres como India y Bangladesh; ocurre en China y en el Asia meridional y en algunos países latinoamericanos donde millones de personas -y niños- han de vivir con un euro al día.La cuestión es si las organizaciones internacionales como la ONU, la FAO y UNESCO hacen todo lo que pueden y deben para ayudar a los más pobres y, lo que es más importante, si los envíos que se hacen desde los países ricos llegan a sus destinatarios.
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