En 1955, un grupo de mujeres, al grito de “¡Declaremos la guerra al hambre!”, plantaron la semilla de la que sería, en 1959, la primera campaña de
Manos Unidas.
50 campañas después, continúan la batalla haciendo suyo el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio: “Erradicar la pobreza extrema y el hambre”.
Hambre y pobreza son dos conceptos intrínsecamente relacionados, que no se limitan sólo a la carencia física de alimentos o de bienes materiales, sino a la falta de asistencia sanitaria, de escolarización, de trabajo, de vivienda o de libertad.
Con el lema
“Combatir el hambre, proyecto de todos”, Manos Unidas reclama que le logro de estos objetivos de desarrollo sea una prioridad para las sociedades económicamente más avanzadas y un reto tendente a cambiar estilos de vida.
Miércoles, 4 de febrero
Concierto con el Sur
A las 20:30 h, en la iglesia de La Purísima, concierto a de la Joven Orquesta Antonio Machado y del Coro Maestro Salinas. Entrada libre.
Viernes, 6 de febrero
Un día a pan y agua
Diez horas de Oración
En la iglesia de San Julián, desde las 10 de la mañana hasta las 8 de la tarde.
Ante el pan y agua
Monumento en la Plaza del Liceo, a las 18:30 h.
¿Por quién doblan las campanas?
A las 18:30 h. las iglesias del centro de la ciudad repicarán sus campanas en recuerdo de todos los que sufren hambre.
Eucaristía
A las 19:00 h., en la iglesia de San Julián.
Domingo, 8 de febrero
Campaña contra el Hambre En las eucaristías de todas las parroquias se reflexionará en torno a la campaña de lucha contra el hambre y se realizarán colectas que irán destinadas a financiar los proyectos de Manos Unidas.
Viernes, 13 de febrero
Operación Bocata
En algunos colegios, en el Patio de los Padres Trinitarios y en el Campus Miguel de Unamuno.
Un niño o niña soldado es cualquier persona menor de 18 años que forma parte de cualquier tipo de fuerza o movimiento armado, ya sea regular o irregular, en cualquier condición, incluyendo pero no limitado a, cocineros, porteros, mensajeros y cualquier otra persona que acompañe a dichos grupos y no sea solamente un familiar.
En 1955, un grupo de mujeres, al grito de “¡Declaremos la guerra al hambre!”, plantaron la semilla de la que sería, en 1959, la primera campaña de Manos Unidas.
